Un buen comienzo para relatar mi historia es contarte que vengo de una familia muy grande, con muchos primos, fiestas ruidosas, vacaciones en manada y miles de kilómetros recorriendo Argentina cantando a los gritos con mis hermanas “Las trillizas de oro” desde el asiento de atrás del auto. Así que la culpa es de ellos. Por hacerme una persona sociable, inquieta y con ganas de vivir siempre de vacaciones.

Empecé a mochilear por el norte de Argentina cuando tenía 19 años y esa aventura de 3 meses determinó quién soy ahora. Desde entonces no pude dejar de viajar. Mis siguientes destinos fueron Latinoamericanos y ahora estoy en Europa viajando sin fecha de vencimiento por primera vez en mi vida. Laburo unos meses, viajo otros tantos Y en el medio de todo esto soy feliz.

Amo la música, canto y bailo sola y me gusta la gente que silba en la calle. La lectura ocupa gran parte de mis días y junto con las artes visuales son los pilares de mi pequeño mundo personal. Mis estaciones favoritas del año son la primavera y el otoño, cuando los colores de la naturaleza mutan y con ellos cambia mi espíritu.

Disfruto la naturaleza y las ciudades por igual y junto a personas del lugar pruebo pedacitos de realidades de otras culturas.