Atenas late y el pulso lo marca su gente. Desde que llegué que no paro de ver gente por todos lados, grafitis, skaters, parejas peleándose, parejas besándose, músicos callejeros, venta de frutas, libros, antigüedades, souvenirs, todo junto y todo revuelto. Amo estas ciudades trasheadas, amo saber que el pueblo es dueño de su ciudad y que la perfección es cosa de otros. Que es mejor hacer y deshacer en la calle a toda hora en vez de encerrarse y vivir para adentro.
Desde mucho tiempo antes que las guerras médicas a esta ciudad la destruyeron y construyeron mil veces, sus ocupadores y sus ciudadanos. Ruina sobre ruina, Atenas se reinventa, es parte de su ser, su identidad. Me habían dicho que la ciudad era ciruja como el barrio de Once más o menos. Que los templos y monumentos eran lo único lindo. Hay que ver la belleza en un lugar tan histórico, tan lleno de vida. Cómo no iba a estar grafitada? Cómo no iba a ser un hermoso quilombo si acá empezó todo lo que hoy llamamos sociedad? Cómo la gente no va a estar apropiándose de la calle incluso un miércoles a la noche? Atenas es de los griegos y hoy, en este presente, hay que hacerse presentes y salir a la calle! Estoy maravillada y emocionada. Este país es un lugar importante para mí. En 2013 dejé mi buena vida argenta, rodeada del calor y amor de mi familia y amigos, para irme de viaje por Europa. Era mi sueño, y lo vengo haciendo realidad hace casi 3 años. Y de repente acá estoy. Yo, la historiadora del arte, visitando el templo de Zeus, yendo al encuentro de Atenea, Olympia y Poseidón. Me cruzo con los kouros y las koré, las cerámicas negras, los vasos, la etapa geométrica, los mosaicos, los baños romanos, la puerta de Adriano y pienso en la UBA (que me ha dado tanto), en lo denso que era cursar Europeo I, en Estética con sus teóricos de seis horas y los prácticos de Graciela Sarti que fueron lo más. Pienso en las chicas de la USAL y en lo lindo que sería estudiar historia del arte viajando todos juntos. Y así estoy, sin perder de vista la acrópolis desde la terraza del hostel. Pensando que mañana subo y sabré como se ve todo desde allá arriba, desde el templo de los dioses más humanos que tuvo la historia.
